Bélgica reinventa los semáforos con big data

Bélgica reinventa el semáforo. Esto es para que puedas arrancar en la curva de forma agradable.

Los refranes alados y la sabiduría de las baldosas te llevarán muy lejos en la vida. Si no fuera porque muchas de esas sabidurías suelen contradecirse entre sí. Por ejemplo, nunca se debe cambiar a un equipo ganador, pero el estancamiento también es decadencia. A menudo, quién o qué tiene razón es una cuestión de oportunidad y suerte. Quién sabe si los Chicago Bulls habrían podido ganar otro título en 1999 contra los formidables Lakers del difunto Kobe y Shaq.

Nuestro redactor jefe es también un auténtico gurú. Por ejemplo, está convencido de que nunca hay que seguir haciendo las cosas igual porque siempre se han hecho así. Al parecer, tiene línea directa con el Gobierno belga. Al fin y al cabo, ahora van a reinventar el semáforo.

Al fin y al cabo, ya sabes lo que hay que hacer: esperar en un semáforo en rojo cuando no hay nadie. Se pueden perder horas viendo series, yendo al trabajo o simplemente pasando el rato sin rumbo. Pero poco irrita tanto tener que esperar literalmente por algo, por culpa de una norma o de otra persona. Aunque sólo sean unos minutos, se convierte rápidamente en algo muy molesto.

En los Países Bajos tenemos una solución: los sensores de los semáforos miden el tráfico en cada dirección. A partir de ahí se determina el color del poste. Esto es muy inteligente, pero en Bélgica lo son aún más. Van a poner en marcha un proyecto piloto para que los colores de los semáforos se basen en los datos de Waze y Flitsmeister.

La idea es sencilla. A través del GPS, la aplicación transmite tu posición al semáforo del gobierno local. A partir de ahí, determina si un semáforo debe ponerse en rojo y, en caso afirmativo, cuál. En el mundo ideal, siempre puedes seguir conduciendo si no hay nadie cerca. Así no tendrías que frenar por un semáforo en un sensor que sabes que casi siempre se pondrá en verde cuando te acerques. También es muy bueno para el medio ambiente. ¿Puedes seguir soplando a 160 km/h?

La Agencia de Tráfico y Carreteras va a poner en marcha un proyecto piloto en el que se aplicará este truco en 250 cruces durante los próximos dos años. Suena todo moderno, divertido y bonito. Pero hay, por supuesto, una pega bastante obvia: la privacidad.

Para funcionar, las aplicaciones de terceros (Flitsmeister y Waze en este caso) tienen que transmitir tu posición al gobierno, a izquierda o derecha. Dicen, por supuesto, que esto es «anónimo», que nunca se utilizará para otros fines que no sean poner los semáforos del color correcto y mejorar los mapas, y que se guardará durante seis meses como máximo. Pero no hace falta ser un gran pensador para imaginar cómo esto podría degenerar en otra forma de crear un futuro distópico. Uno en el que el gobierno sepa todo tipo de cosas sobre ti. Como a quién matas, con quién haces trampas, dónde conduces, a qué velocidad y cuántas ranas Haribo compras en cada gasolinera.

¿Estás dispuesto a hacer todo eso por menos tiempo de espera en el semáforo? ¿O todo esto te parece demasiado? Háznoslo saber en los comentarios.

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